Los lecheros de Jalostotitlán, Jalisco, se vieron obligados a desperdiciar su producción lechera en la autopista debido a la falta de compras por parte de la empresa paraestatal Liconsa, totalizando 1.8 millones de litros no adquiridos. Esto se suma a la demanda de una política de compras más regularizada y al cese de la importación de leche en polvo del extranjero, que consideran competencia desleal.
Esta protesta destaca una crisis en la industria lechera de Los Altos, donde la falta de compras regulares y la competencia desleal amenazan la viabilidad económica de los productores locales. Desde 2015, la Unión Ganadera Regional de Jalisco ha estado exigiendo precios justos, pero los reclamos persisten. La inflación en la producción de alimentos y la importación masiva de leche en polvo agravan la situación.
Además, los lecheros enfrentan desafíos adicionales como la sequía, la escasez de presupuesto y la falta de apoyo gubernamental, lo que pone en peligro la sustentabilidad económica de la región. Es necesario que las autoridades tomen medidas inmediatas para abordar esta crisis y garantizar el futuro de los productores locales de leche en Los Altos.
Fuente: kioscoinformativo.com
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