Estómagos vacíos y basureros llenos.

octubre 20, 2023

En México, se enfrenta a una crisis de hambre a pesar de problemas como la desigualdad, pobreza, deserción escolar, inflación y violencia. Según la FAO, a nivel global, cerca de 924 millones de personas (11.7% de la población mundial) sufren inseguridad alimentaria severa, con 45 millones de niños en riesgo de muerte debido a la desnutrición. En México, el 47% de los hogares enfrenta dificultades para satisfacer sus necesidades alimentarias, y 23 personas mueren diariamente debido a la inseguridad alimentaria.

Paradójicamente, se desperdicia una cantidad significativa de alimentos a nivel mundial, aproximadamente 1,300 millones de toneladas al año, lo que equivale a más de un billón de dólares en pérdidas económicas y contribuye al 8-10% de las emisiones de gases de efecto invernadero. En México, un tercio de los alimentos producidos se desperdicia, lo que podría alimentar a 25.5 millones de personas con carencia alimentaria.

El desperdicio de alimentos se produce en todas las etapas de la cadena de suministro, desde la producción en el campo hasta el consumo en el hogar. Aunque el gobierno y las instituciones tienen la responsabilidad de gestionar eficazmente el suministro de alimentos, los ciudadanos también deben luchar contra la cultura del desperdicio a través de la compra y preparación consciente, la planificación de las comidas y la preservación adecuada de los alimentos.

La nota enfatiza que, si bien es importante abordar otros problemas sociales, no se pueden dejar de lado la lucha contra el hambre y el desperdicio de alimentos, ya que la falta de alimento afecta la capacidad de la sociedad para abordar cualquier otra problemática.

Fuente: Excélsior
Autor:.Marcela Vázquez Garza
Sección: Primera-Nacional
Página:5
Fecha difusión: 20/10/2023

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