Michoacán enfrenta una sequía sin precedentes, a pesar de su histórica abundancia de recursos hídricos. Las presas están al 46% de su capacidad, similar a los niveles antes de la temporada de lluvias, según autoridades estatales y agropecuarias. Se perdieron 58,000 hectáreas de cultivos de verano y 50,000 sufrieron daños parciales, principalmente maíz, frijol y sorgo.
El lago de Cuitzeo está seco en su parte poniente, y el lago de Pátzcuaro se encuentra en un grave estado de degradación. Esto se atribuye al cambio climático, deforestación, cambio de uso de suelo y explotación de mantos acuíferos. El gobernador anunció la asignación de aproximadamente 2 mil millones de pesos para abordar la crisis ambiental.
El Plan hídrico de mitigación para la sequía 2024 involucra a productores agropecuarios, gobiernos municipales y funcionarios de los tres niveles de gobierno. Se advierte sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para revertir la situación, ya que las temperaturas más altas en julio y las menores precipitaciones en septiembre se han registrado en décadas. La disminución de los cuerpos de agua es un problema que se debe abordar de manera inmediata.
El problema de la escasez de agua es global, y se destaca la importancia de cambiar la tecnología de riego y la cantidad de extracción para hacer frente a la recurrencia de sequías en el futuro. Los usuarios de agua de riego señalan la necesidad de mejorar la eficiencia en el uso de agua y reducir el desperdicio en los canales de riego.
Además, se argumenta que la situación también es resultado del despojo de recursos naturales a las etnias nahua, mazahua y otomí en las últimas siete décadas. La escasez de agua en Michoacán es un problema complejo que requiere una acción inmediata y coordinada para mitigar sus impactos en la agricultura y el medio ambiente.
Fuente: La Jornada
Autor:.Ernesto Martínez Elorriaga
Sección: Estados
Página:33
Fecha difusión: 19/10/2023
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