La sequía que afecta a 2,200 municipios en México está causando una disminución en la producción de alimentos y se prevé un aumento en los precios de los productos básicos, según advirtió el director general del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Luis Fernando Haro. Esta sequía es la más severa desde 1957, cubriendo aproximadamente el 80% del territorio nacional. Se estima que la producción de maíz podría caer en un 60%, y otros cultivos como la caña de azúcar y el frijol también se ven afectados.
La afectación por la sequía se extiende a las principales entidades productoras de alimentos, excepto en el sureste del país. Aunque no se tiene un cálculo preciso sobre el aumento de los precios de los alimentos, se anticipa un aumento generalizado debido a la disminución en la oferta de productos.
Para abordar los desafíos relacionados con la sequía y el cambio climático, el director del CNA sugiere la implementación de soluciones tecnológicas y el financiamiento para modernizar el campo mexicano. También se destaca la necesidad de hacer un uso más eficiente del agua, ya que el 80% de las plantas de tratamiento de agua en el país no funcionan adecuadamente.
Se señala que los cultivos con sistemas de riego tecnificados, como el aguacate y los berries, son menos afectados por la sequía. A pesar de los desafíos, se proyecta un crecimiento en las exportaciones agroalimentarias de México en 2023.
Además, se anuncia la realización del Foro Global Agroalimentario en Guadalajara, que abordará cuestiones relacionadas con el cambio climático, la demanda de alimentos, la sostenibilidad y la seguridad alimentaria en el contexto del T-MEC.
Por último, se menciona que el paso del huracán Lidia afectó a 10,000 hectáreas de cultivos en Jalisco, principalmente plátano, papaya, maíz, limón y café, lo que representa un desafío adicional para el sector agroalimentario en la región. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural está trabajando en un programa de apoyo para los agricultores afectados, dado que muchos de ellos son pequeños productores.
Fuente: El Economista
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