La caída de EU como potencia agrícola.

En 1957, durante la Feria Internacional de Comercio en Zagreb, Yugoslavia, Estados Unidos sorprendió a los visitantes al presentar una réplica a tamaño real de un supermercado estadounidense en pleno funcionamiento en su pabellón. Esta exhibición destacó la abundancia de alimentos en una economía capitalista, en contraste con las largas colas y estantes vacíos en tiendas de países comunistas.

Durante la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos ya había descubierto el poder de la ayuda alimentaria como una herramienta de influencia en las relaciones internacionales, al enviar cargamentos de trigo a los aliados europeos. A lo largo de las décadas posteriores, Estados Unidos utilizó su generosidad agrícola como un medio para fortalecer las relaciones diplomáticas y ejercer influencia en la política exterior.

Sin embargo, actualmente, Estados Unidos se enfrenta a un cambio histórico en su papel como principal proveedor de alimentos del mundo. Su posición como el principal exportador de maíz, soja y trigo está disminuyendo rápidamente. Esta disminución se debe en parte a cambios en los hábitos alimentarios de los estadounidenses, pero también a la competencia de otras naciones en el mercado agrícola global.

Brasil, en particular, ha surgido como un competidor destacado en la exportación de productos agrícolas, como la soja. La inversión en infraestructura exportadora y la competitividad de los costos han contribuido a su ascenso. Además, la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha fomentado relaciones comerciales más estrechas entre China y Brasil, en detrimento de las exportaciones estadounidenses.

A pesar de la disminución de su influencia en el mercado agrícola, Estados Unidos sigue siendo un actor importante en la ayuda alimentaria internacional y en la fijación de precios globales de alimentos a través de la Bolsa de Comercio de Chicago. Además, Estados Unidos posee amplias reservas de gas natural licuado, lo que le brinda influencia en las relaciones internacionales, especialmente en momentos de crisis, como la reciente crisis en Ucrania.

En resumen, la influencia de Estados Unidos como el principal proveedor de alimentos del mundo está disminuyendo, pero sigue desempeñando un papel importante en la política exterior y en la ayuda alimentaria a nivel global.