Llama Sader al uso responsable de los recursos naturales.

En una nota informativa reciente, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, advierte sobre la creciente preocupación en torno a la insuficiencia de la agricultura actual para alimentar a la población mundial que se espera alcance más de 9.700 millones de habitantes en 2050. Villalobos enfatiza la importancia de adoptar prácticas agrícolas responsables para preservar los recursos naturales, como el suelo, el agua y la biodiversidad, como única garantía para cumplir con el objetivo de alimentar a las futuras generaciones sin la necesidad de expandir la frontera agrícola.

El titular de Agricultura sugiere la incorporación de tierras restauradas, la implementación de agricultura protegida en invernaderos verticales y urbanos, y la promoción de techos verdes en suelos agrícolas disponibles. Además, destaca la importancia de adaptar los sistemas agroalimentarios a los desafíos climáticos y socioeconómicos actuales, fomentando la colaboración público-privada-social y priorizando una visión integral de la salud planetaria.

Villalobos Arámbula hace un llamado a fortalecer la agricultura familiar como un elemento esencial de la seguridad alimentaria, promoviendo la igualdad de género en este sector. También enfatiza la necesidad de promover la innovación y la adaptación a las condiciones cambiantes del clima.

En el mismo evento, la secretaria de Agricultura y Ganadería de Honduras, Laura Elena Suazo Torres, coincide en la importancia de evitar la expansión de la frontera agrícola y aboga por una fertilización adecuada y alimentos innovadores y saludables. Destaca los desafíos del cambio climático y la necesidad de adoptar medidas de adaptación, como la cosecha de agua y sistemas de riego.

En conjunto, los expertos reunidos en el Panel Interamericano destacan la importancia de aprovechar la biodiversidad, promover la resiliencia del sector agrícola al cambio climático y fomentar la sostenibilidad. Se enfatiza la importancia de la transformación de la agricultura como parte de la solución al cambio climático, con un enfoque en buenas prácticas y el compromiso de las nuevas generaciones para impulsar el desarrollo sostenible, la inclusión de las mujeres y la agricultura digital.